28 de julio de 2007

Diseño, Mercadotecnia, Ingeniería... y cual más?

Desde hace algunos años los diseñadores hemos sentido que nuestro oficio se ve invadido por otras profesiones que de alguna manera han desplazado a quienes nos dedicamos a esta profesión, y en muchos casos he oído opiniones muy extremistas sobre lo que deberíamos de hacer o no hacer en su caso.

Como ejemplo, hace algunos años en reuniones de la AMEDIGRAF, escuche opiniones sobre la posibilidad de solicitar ante la Dirección General de Profesiones el establecimiento de una normativa similar a la que rige con contadores, abogados y médicos de presentar su cédula profesional para estos empleos. Debo de confesar que en ese tiempo yo mismo pensaba que era una solución adecuada hasta que salió a tema el que hacer de aquellos diseñadores autodidactas entre los cuales se encontraban personas que respetábamos profundamente su trabajo profesional y de los cuales muchos de nosotros habíamos aprendido nuestra profesión.

A partir de ese momento, hace aproximadamente 13 años, me di a la tarea de investigar un poco más a profundidad el desarrollo de nuestro oficio y la tendencia de su evolución. Ciertamente un proyecto difícil puesto que requeriría quizá que me convirtiera en brujo o adivino para acertar en ello. Recordé aquella famosa frase del ya finado comentarista de fútbol Don Fernando Marcos, que decía que prefería ser historiador a adivino.

Sin embargo, y dada mi particular experiencia (estudié una maestría en administración con acentuación en mercadotecnia por requerimientos de mi empleador de ese tiempo) pude encontrar con mayor facilidad una serie de interrelaciones disciplinarias que me sorprendieron de manera positiva y modificaron mi pensar en esa línea.

El diseño, tal y como lo conocímos quienes estudiamos esta profesión en los 70's y 80's evolucionaba de una manera exponencial apoyado por la facilidad de acceso a información y documentación características de nuestros tiempos. Ya no podía existir el diseñador aislado del contexto del problema al que era enfrentado. El diseño que en algún momento de su vida se llegó a considerar como un elemento "accesorio" o "decorativo" símbolo de la prosperidad de una empresa o producto, era ahora un elemento importante de la mezcla de mercadotecnia y un valor agregado a la marca y/o producto que llegaba a tener inclusive valor económico por si mismo.

De esa misma manera, el advenimiento de los medios digitales como un campo adicional en los procesos de comunicación, y su relación evidente con la tecnología y sus especialistas, hizo que este particular medio en un inicio despreciado por los diseñadores (y ahora abrazado por nosotros) se viera atendido por expecialistas de otras disciplinas que sin la preparación formal de procesos de comunicación visual, hermenéutica y semiótica visual, exploráran sus posibilidades y elaboráran "diseño gráfico" antes que los mismos diseñadores.

No hay culpables de esta situación, muchos de nosotros quizá no advertimos en su tiempo sobre estos cambios, pero el real problema radica en no querer admitir en este tiempo la evolución del diseño y su interrelación con otras profesiones.

Debemos revisar a conciencia nuestros procesos de formación y capacitación de diseñadores, incorporar a ellos aspectos que en otro tiempo eran considerados una "afrenta" para los estudios de diseño, negocios, tecnología, prospección tecnológica e industrial, aspectos legales del diseño, y sobre todo el desarrollo de competencias que le den a nuestro trabajo un real peso en las desiciones de negocios de nuestros clientes.

Oímos diseño gráfico, diseño de la comunicación visual, diseño de información, diseño de interacción, diseño de experiencia del usuario... en fin, inclusive el mismo nombre de nuestra profesión se modifica y cambia... lo cierto es que a final de cuentas somos diseñadores, como tales nuestro compromiso con nuestros clientes es mucho mayor que el de "solo" entregar nuestras propuestas y que el mismo se entienda con ellas y nosotros desentendernos del éxito o fracaso de las mismas. Somos consultores importantes en los negocios de ellos y por lo tanto nuestro compromiso es mucho mayor. Debemos de prepararnos en esa línea y bregar por que quienes desean incorporarse a esta profesión tengan esa preparación para el futuro.

12 de julio de 2007

Trabajo, clientes y... competencia?

En estos días acudí con un nuevo cliente a comer, con el propósito de revisar los avances de su proyecto y examinar la posibilidad de arrancar uno nuevo de otra empresa suya.

No es nada raro, en muchas ocasiones si uno de nuestros clientes está satisfecho con nuestro trabajo con mucha seguridad nos seguirá pidiendo nuevas cosas y nuevos proyectos, lo que refuerza aún más lo que siempre he sostenido, nuestro trabajo es un servicio, y como tal en la medida que este realmente satisfaga las necesidades de nuestros clientes, en esa medida seguiremos siendo vigentes para él.

Lo que me llamó la atención en esta plática fue que al ponernos de acuerdo para el segundo trabajo, optó por mostrarme lo que otra diseñadora le había estado desarrollando hasta la fecha y las razones por las que no estaba satisfecho con el trabajo presentado... y me llevó a una situación que siempre trato de evitar, la de criticar el trabajo de otros colegas para bien o para mal, ya que en mi particular forma de ver, me parece poco ético criticar el trabajo de otro colega con su cliente.

Sin embargo, no pude resistir la tentación de preguntar quien era esa persona, ya que me dijo quien era no me resultó familiar, pero me hizo algunos comentarios que inquietaron... que había estudiado diseño publicitario técnico... que hizo su carrera de publicidad (??) y que estaba realizando actualmente una maestría... y la verdad es que el trabajo que le había entregado carecía completamente de significado, actualidad, pertinencia, mensaje y codificación de formas y colores!!!!.

Siempre he dicho que el mayor enemigo del diseñador gráfico es el mismo diseñador... y realmente en estos casos es donde tenemos la culpa, no le damos valor agregado a nuestros proyectos con nuestros clientes, no hacemos brief, no utilizamos la argumentación semiótica para la justificación de nuestras propuestas, no hacemos análisis del usuario ni del mercado al que va dirigido el proyecto... en fin, muchos de nosotros creen que entregando "lo de moda" o como en este caso una gran cantidad de propuestas (eran 12!!!) demostramos que somos "creativos".

Dejemos de ser "creativos" y volvámonos eficientes, dejemos de ser "la moda" y volvámonos pertinentes... dejemos de jugar al artista y seamos lo que debemos ser... profesionales de la comunicación visual.